jueves, 29 de septiembre de 2011

Un canguro se declara en huelga de hambre para participar en Londres 2012


Sus vecinos recelan de su postura y dicen que lo único que quiere es ‘dar el salto a la fama’.


Mark Pollo (Sydney, AUSTRALIA).- En el zoológico de Sydney todos lo conocen como Tomás ‘el Canguro’. Todos le quieren mucho y por eso todos están muy preocupados por él.
Tomás es un canguro de tres años que desde el pasado martes se opone a injerir ningún tipo de alimento, sólo bebe agua cuatro veces al día, como también se ha negado a ‘hacer el numerito’, como él dice, delante de los visitantes. ‘Ni siquiera ante los niños’, apostilla.
Tomás ‘el Canguro’ se encuentra en huelga de hambre desde el pasado 26 de septiembre hasta que el COI, el Comité Olímpico Internacional, se pronuncie de una vez por todas a favor de su petición: participar en la prueba de salto de longitud en las próximas Olimpiadas, a celebrarse en Londres el próximo año. 
‘Yo acepto participar con condicionantes, es decir, adaptándome a un reglamente especial. Por ejemplo, si quieren que salte, como se dice popularmente, a pie parado, pues salto así, por mí no hay problema’, dice Tomás. (N.d.R.: ‘A pie parado’ lo traduciríamos a un lenguaje más técnico por ‘sin carrerilla’).





  Tomás ‘el Canguro’ sale a entrenar por la playa martes y jueves, que es cuando libra del zoo.



Tomás considera que se está haciendo un agravio comparativo con él, y nos pone el ejemplo del surafricano Oscar Pistorius, quien sí puede participar en las Olimpiadas. ‘Pistorius es un ser humano artificial, mitad hombre mitad fibra de carbono. Y yo, Tomás ‘el Canguro’, que soy cien por cien natural, no puedo participar… ¡Que alguien me lo explique, por favor!’, concluye a punto de perder los nervios.


¿Por qué él sí y yo no? El protagonista de esta noticia tan sólo quiere recibir el mismo trato que Oscar Pistorius.




 Algunos de sus compañeros del zoológico no acaban de creerse lo de su huelga de hambre, y algún búho dice haberlo visto incluso comer algo por las noches. ‘Tomás en realidad lo que quiere es hacerse famoso, él no quiere Olimpiadas, sólo pretende salir por la televisión y nada más. Lo único que quiere es dar el gran salto al estrellato, que de eso Tomás sabe un rato’, nos dice Josefina ‘la Hiena’.
Su fuerza de voluntad es enorme y él está convencido de que llegará hasta las últimas consecuencias. Tomás ‘el Canguro’ dice que no piensa probar bocado, y aunque sus cuidadores lo tientan con exquisiteces para que se derrumbe y desista, él asegura que su fuerza mental es infranqueable. ‘Me vienen con Bollicaos, jamón de Guijuelo, fresas con nata, etc., pero lo que ellos no saben es que yo soy mucho más duro de lo que imaginan, y que soy capaz de hacer cualquier cosa por estar en Londres el año que viene’, concluye orgulloso y muy convencido de sí mismo Tomás ‘el Canguro’.




Las primeras que avisaron a las autoridades del zoo de Sydney de la postura de Tomás ‘el Canguro’ fueron las cotorras.


 Visto que en el COI las cosas funcionan de aquella manera, por emplear un eufemismo, ¿qué les costará hacer la vista gorda una vez más y permitir a Tomás ‘el Canguro’ participar en los XXX Juegos Olímpicos de la historia? Desde Sports Illustrated consideramos que tan señalada edición merece, cuando menos, algunas novedades y sorpresas.

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