domingo, 25 de septiembre de 2011

Los quiosqueros de toda España darán ‘La Razón’

Las ventas del objetivo e imparcial diario madrileño han descendido de forma considerable.

Torcuato O’Cinco (Gibraltar, ¿ESPAÑA?).- La prensa tradicional, la de toda la vida, la que se emite a través del medio papel, está en sus horas bajas. Internet por un lado y el boca a boca por otro han hecho que las tiradas de los diarios se estén viendo reducidas de forma drástica.
Este es el primer problema, la falta de la propagación de la información veraz y objetiva que nos brindan los rotativos tradicionales. El segundo problema es que si las tiradas, el número de ejemplares, desciende, los ingresos en términos de publicidad también se ven mermados. Si un diario no se lee, un anunciante no se anuncia en él, hablando de una forma más llana y simple.
Que un diario pueda seguir haciendo su trabajo, que siga triunfando la objetividad y la veracidad, depende de que las grandes compañías –bancos, multinacionales, marcas de automóviles, etc.- sigan financiando la expansión de su verdad… Perdón, de la verdad.
El rotativo ‘La Razón’ le ha visto las orejas al lobo y ha decidido refugiarse en el saber hacer del quiosquero de toda la vida. Por eso, durante el próximo mes de octubre, este diario ‘soltero’ (es decir, no casado con nadie), será gratis, para aumentar el número de su tirada y que esto sirva de reclamo y acicate para los anunciantes.



Objetividad. El diario 'La Razón' es uno de los más plurales de España, si no el que más, y seguro que es por eso por lo que pasa por horas bajas.



A pie de calle, el comerciante de la prensa lo tiene claro. ‘Nosotros vamos a dar ‘La Razón’ a nuestros clientes. Y vamos a hacerlo en el más amplio sentido de la palabra: de entrada regalamos este periódico, pero si hay algún lector de los de toda la vida, de los fieles de verdad, que se niega a leerlo sin aportar nada, nosotros le cobraremos los 1,20 euros que cuesta ‘La Razón’. Los quiosqueros nos limitaremos a hacer nuestro trabajo, no estamos aquí para discutir con nadie’, nos dice Joseba Labarranquilla, que tiene su quiosco en la calle Alameda Recalde de Bilbao.


Los quioqueros son contrarios a discutir con la clientela. 'Si no quieren 'La Razón' a cambio de nada, pues que paguen por él, no hay problema', nos comentan tres de ellos encogiéndose de hombros.



Esperemos que la medida adoptada por el diario madrileño fundado en 1998 surta efecto y ‘La Razón’ mantenga su peso e influencia en la sociedad española. Esperemos que otros, como 'ABC', 'El Mundo', 'El Periódico', 'La Vanguardia', ect., sigan el ejemplo y hagan lo propio. De lo contrario, la prensa tradicional, la auténtica, la objetiva, veraz y transparente, tiene los días contados. De lo contrario, dejaremos de estar informados como es debido, y nuestro espíritu crítico dejará de ser tal.



Serán muchos los que, a pesar de todo, quieran seguir pagando por 'La Razón'. Sobre todo los lectores de la vieja guardia.

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