martes, 11 de octubre de 2011

Eduard Punset no ha leído todavía ‘El Principito’

El popular científico y comunicador tuvo que reconocerlo ante las repetidas preguntas sobre el sentido de la vida de una de sus nietas.

Bruce Leer Placer (Barcelona, ESPAÑA).- El jurista, escritor, economista y divulgador científico Eduard Punset Casals acaba de reconocer que aún no ha leído ‘El Principito’, obra cumbre del escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry. Pero quizá lo más curioso del caso no sea esto, sino más bien que Punset, en un tono muy serio, ha manifestado que no piensa ‘hacerlo a corto-medio lazo’.
Una de sus nietas, de ocho años, O.P.D., ha sido la que, sin pretenderlo, ha destapado el escándalo. El señor Punset estaba con ella jugando en un parque del barrio de Gràcia de Barcelona, cuando ésta ha comenzado a hacerle preguntas, según testigos presentes. ‘¿Qué son las cosas importantes de la vida, abuelo?’, preguntaba la niña. ‘Lo importante en esta vida es estudiar, aprender, analizar y ser responsable siempre de todo lo que hagas. Además de la familia y los amigos, claro’, le respondió totalmente convencido, con magnanimidad, el señor Punset.
Por lo visto, la niña no quedó del todo satisfecha, y siguió preguntando: ‘¿Y qué te parece esta frase que leí ayer…? ‘La geografía, en efecto, me ha servido de mucho; a primera vista podría distinguir perfectamente la China de Arizona. Esto es muy útil, sobre todo si se pierde uno durante la noche’. Parece ser que el que fuera ministro entre 1980 y 1981 se encogió de hombros, sin saber qué responder. ‘¿Acaso no has leído ‘El Principito’, yayo…?’, le soltó con descaro su nieta. ‘A Punset no le quedó más remedio que agachar la cabeza’, declaró horas más tarde a este medio una canguro que estaba presente en el mismo parque.



En este parque del barrio barcelonés de Gràcia fue donde se destapó el escándalo.




La noticia corrió como la pólvora a través de las redes sociales. Punset, afligido, cabizbajo y casi avergonzado, tuvo que emitir un mensaje en Facebook, aclarando las circunstancias que habían provocado que todavía no hubiese leído esta obra, publicada en 1943. ‘Me considero un gran aficionado a la ciencia, y como científico, he restado importancia a escritos como ‘El Principito’, repleto de metáforas y comparaciones que poca o ninguna relación tienen con cualquier doctrina científica. Y más aún si son metáforas del calibre de las del libro de Saint-Exupéry, que escapan por completo a mi entendimiento. Es cierto que mi nieta, que sólo tiene ocho años, lo ha leído y ha sido capaz de extraer sus propias conclusiones, pero no es menos cierto que la juventud actual está creciendo con un nivel de formación y de conocimientos excepcional. Ya adulto, anciano más bien, creo que me ha pasado la hora de leerlo: no entendería nada. Yo no soy de letras’.


¡Que no me he leído 'El Principito', leches!, dijo Eduard Punset en rueda de prensa ante la insistencia de los periodistas.


Ni un reproche a una de las personalidades más queridas y brillantes de nuestro país. Porque es que tampoco se entendería que a su edad, casi 75 años, fuese capaz de aceptar lo que cuestiona ‘El Principito’: el papel de los adultos sobre los niños, el adoctrinamiento, las más de las veces erróneo, que practican sobre ellos.
Y es que Eduard Punset ya no es ningún niño.




A los niños no hace falta decirles lo que tienen que hacer, que ya son mayorcitos. Esta sería, según la Wikipedia, la esencia de 'El Principito'.

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