La discusión se inició
por discrepancias en torno al Teorema de Pitágoras.
Filomeno Tomás (Murcia).-
La tranquilidad se ha instalado de
nuevo en el aula 7H del instituto Nuestra Señora de la Concepción de Lorca, en
Murcia. Allí, un grupo de 27 alumnos de entre doce y trece años acude a clase
cada día, todos estudiantes del grupo B de 1º de ESO del centro.
La paz con la que se vive el
día a día en un instituto de provincias como éste se vio perturbada el pasado
viernes, cuando en clase de matemáticas se produjo un hecho que ya viene siendo
frecuente durante los últimos años entre jóvenes estudiantes de su edad.
Don Julián, profesor de
matemáticas en este centro desde 1999, preguntó entre sus alumnos quién sería
capaz de explicar brevemente en qué consistía el Teorema de Pitágoras. Hasta
aquí todo normal.
J.M.L., arriba, y G.M.S., debajo, llegaron incluso a las manos por sus desaveniencias en cuestiones matemáticas. |
J.M.L., de doce años, no
tardó ni un segundo en levantar la mano, sabedor de la respuesta: ‘El
teorema de Pitágoras establece que en un triángulo rectángulo, el cuadrado de
la hipotenusa (el lado de mayor longitud del triángulo rectángulo) es igual a
la suma de los cuadrados de los catetos (los dos lados menores del triángulo,
los que conforman el ángulo recto)’,
soltó orgulloso.
Todos sabemos que a esa edad
los niños son muy competitivos, e incluso resentidos, por lo que G.M.S., un año
mayor que él, también levantó la mano para poner en duda la respuesta de su
compañero: ‘Sí, muy bien, pero ¿te basas en la demostración algebraica, la
geométrica, la dinámica o la cuaterniónica?’.
J.M.L. estuvo rápido de
reflejos. ‘Puedes elegir la que más te apetezca, todas vienen a demostrar lo
mismo. Tú en cambio, que das más valor a la demostración de Euclides, no tienes
mucho entre lo que elegir…’, le respondió
no sin cierto sarcasmo.
El alboroto que se formó en
el aula fue considerable, dividida entre los defensores de las teorías de Pitágoras
y los de las teorías de Euclides, llegándose a oír incluso exabruptos y frases
lapidarias en griego clásico.
La hipotenusa, popularmente conocida como 'a', está teniendo mucho que ver en las peleas entre estudiantes de 1º de ESO. |
Viéndose incapaz de mediar entre
los dos jóvenes, don Julián acudió rápidamente a la sala de profesores en busca
de don Basilio, un veterano profesor de Ética y Moral, que fue el encargado de
poner paz entre la acalorada discusión que mantenía la muchedumbre.
‘Las cosas se solucionan
por medio de la palabra, dialogando y respetando todas las opiniones. Sois jóvenes
y habéis de tener presente que las matemáticas no lo son todo en esta vida. Y
que hay que mirar las cosas desde la distancia, tomando cierta perspectiva’, fueron las palabras con la que el aula 7H se
tranquilizó. La sangre, afortunadamente, no llegó al río y las aguas volvieron
a su cauce.
J.M.L. y G.M.S. son ahora
grandes amigos y hacen juntos durante la hora del recreo muchas de las cosas
que hacen los chicos de su edad, como teorizar sobre el origen del número ‘p’ o buscar alternativas a la indisolubilidad de los números
primos. Todo, otra vez, en un clima sereno y de camaradería.
Don Basilio, respetado profesor de Ética y Moral, tuvo que mediar entre los jóvenes para calmar los ánimos. |
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