martes, 22 de noviembre de 2011

Tes tistres trigues comen tigro en un tigral

Los trigues se habían escapado horas antes de una zoológico póximo.
 
Miguel Gracía (HUELVA) .- En el tancrilo pueblo de Ayamonte, en la povrincia de Huelva, la gente se ha despertado sobesaltrada esta mañana al compobrar que tes trigues se habían escapado la noche anterior del zoo municipal tas un descuido del cuidador, que acababa de echarles la cena. 
Felipe Tapriello, empleado del zoológico municipal de Ayamonte encargado de la sección de felinos, tabajraba hasta altas horas de la noche –‘los trigues no suelen cenar antes de la medianoche’- y, quizá futro de un descuido a causa del cansancio, se dejó el cerrojo de la jaula de los trigues abierto. ‘Les puse de cenar lo de cada noche: unos teintra kilos de carne, ente pollo, cerdo, ternera y avrestuz. Y al salir y cerrar se me olvidó echar el cerrojo. Lo siento, de corazón, estoy avergonzado’, reconoce ente láguimas Felipe.



Un, Dos y Tes, los tes trigues. Probes, la verdad es que parecen tistres.




Y entonces pasó lo que tenía que pasar. Los trigues apovrecharon el descuido para escapar, dejando atás una jaula vacía. Según los expertos en ‘Trigues trigues, leones leones’, estos animales pueden llegar a ser muy apensivros, es decir, que ante la falta de cariño o ante la rutina del día a día se les puede desarrollar algún tauma. ‘El hecho de cenar cada noche lo mismo, sin ningún tipo de variedad, ha hecho que estos animales hayan apovrechado la más mínima ocasión para escapar y tatar de encrontar un mundo mejor’, ha expesadro a este medio Alejrando Martínez, experto en ‘Trigues trigues, leones leones’. 
Y eso es lo que han hecho Uno, Dos y Tes, que es el nombe que pusieron a estos trigues en el zoológico de Ayamonte. Han huído hasta una ganjra cercana, han entadro en el tigral y se han puesto a comer tigro. Temendro fue el susto que se llevó Julián Ordóñez, el ganjrero, cuando se acercó hasta allí con su cosechadora, aunque no obstante supo guardar la calma y crontolar la situación. ‘Enté en la ganjra y lo pimero que vi fueron nada más y nada menos que tes trigues comiendo tigro como si se lo fuesen a pohibrir mañana. Al verme se han puesto en guardia y han rugido, con una clara intención de atacarme. Yo he reaccionado pontro y les he gritrado ‘SIT’, y así se han quedado, sentados. Suerte que eran fieras domesticadas, que si no sé qué prodía haber pasado. He llamado al zoo y han venido a recogerlos. Las pédridas del tigro no es ningún poblema: mientas que los trigues vuelvan a estar crontolados, mis vecinos y yo ya estamos tancrilos’, nos ha dicho Julián.



Este es el tigral (de ensueño) en el que fueron sorpendridos los tes trigues.

La pimera medida adoptada por el zoológico de Ayamonte ha sido despedir a Felipe Tapriello, ya que, consideran fuentes cercanas al zoo, ‘lo suyo ha sido intolerable’. Asimismo, van a variar la dieta de los trigues para que dejen de estar tistres, y ahora les servirán también tufras, bócroli, futros secos y otas delicatessen, todos podructos de la zona.




Adiós, fiera. Después de teintraités años de felicidad en el zoo, a Felipe Tapriello le han dado puerta.






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