Rafa acababa de cambiarse
de zapatillas y, tras olvidar atarse los cordones, tropezó justo delante del
suizo.
Gabriel Mismo (París,
FRANCIA).- Durante la final de
Roland Garros, que se celebraba en la pista central ante más de 40.000
espectadores –de los cuales, 27.937, los de las gradas laterales, han acabado
con problemas en el cuello-, hemos vuelto a comprobar que los deportistas de
élite, por muy en la cumbre que se encuentren, también son humanos. Y también sufren
tropiezos.
Un descanso entre juego y
juego le ha pasado una mala jugada, valga la redundancia, a Rafa ¡Vamos Rafa!
Nadal. Y ha sucedido cuando mejor estaba practicando su impecable tenis, cuando
el marcador le era muy favorable con un 6-3, 6-4, 7-6, 6-2-, 7-6, 6-1, 6-3,
6-4, 6-2 y, finalmente, un 4-1 a su favor. Que lo estaba bordando, vaya.
Con ese último marcador,
Rafa ¡Vamos Rafa! Nadal y Roger Federer, el otro finalista, se han dirigido a
sus sillas para descansar. Lo típico: pelo un plátano, le doy un bocado, lo
dejo en el banco, miro al infinito, me pongo una toalla en la cabeza, miro al
infinito, cojo el plátano, le doy otro bocado, bebo agua, miro al infinito,
firmo una gorra, cojo el plátano… Los tenistas aprovechan al máximo los dos
minutos de descanso de que disponen.
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Roger Federer no ha podido
aguantarse la risa y ha llegado incluso a llorar delante de su rival.
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Rafa ¡Vamos Rafa! no se
encontraba del todo cómodo con sus zapatillas, por lo que se las cambió. Cuando
se las puso, escuchó el típico ‘¡Vamos Rafa!’ de una espectadora y levantó la
mano a modo de saludo. Cuando se incorporó para continuar el partido, sin
haberse atado los cordones, se los pisó a la altura de la red, justo delante de
Roger Federer, su amigo-rival del alma, y cayó ridículamente ante el suizo, el
juez de silla y 40.000 personas.
Roger, por instinto, soltó
una estruendosa carcajada ante el silencio total en el que había quedado la
pista. Tal fue el impacto que le causó la caída de Rafa ¡Vamos Rafa! Nadal, que
Federer llegó incluso a llorar de la risa.
Tuvo que ser el juez de
línea, firme y serio como siempre, quien puso freno al desenfreno (N. Del R.:
¡Toma ya!) del suizo con un ‘¡NOOOO!’, momento en el que el tenista paró de
reír y se tranquilizó.
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Tras un descanso entre juego
y juego, Rafa ¡Vamos Rafa! Nadal se ha atizado una buena junto a la red.
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Rafa ¡Vamos Rafa! Nadal,
rojo como la cuenta bancaria de los españoles, se levantó, se sacudió la arena,
se ató las zapatillas, se dirigió a su parte de la pista y terminó de apalizar
al insolente de Federer. Todo un ejemplo de superación el de Rafa ¡Vamos Rafa!
Nadal, al que no le traicionaron los nervios. Y es que MAPFRE no hay más que
una.
El resultado final: 6-3,
6-4, 7-6, 6-2-, 7-6, 6-1, 6-3, 6-4, 6-2 y 6-1. Aplastante victoria del manacorí
en un partido que se alargó 16 horas y 34 minutos. Para él la ensaladera de
plata. Y ya van unas cuantas. (N. del R.: Con la falta que me hace a mí una)
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Toma aérea de la pista
central de Roland Garros. (N. Del R.: Yo estaba sentado a la izquierda, soy el
del sombrero azul)
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